Recientemente me han entrevistado para Diario Sur, en mi calidad de jefe de estudios del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, acerca de cómo funciona el sistema de Especialista Interno Residente (EIR) donde no se realizan pruebas escritas, sino que los tutores llevamos a cabo un seguimiento continuo a los residentes (cada tutor se encarga de aproximadamente 5 residentes) con entrevistas y seguimiento del libro del residente, que deben rellenar con información como las intervenciones realizadas, los pacientes atendidos, etc., en función de la especialización que cada residente esté cursando.
En el reportaje comento el desempeño que tenemos los tutores como rol administrativo mediante el que damos fe del correcto desarrollo y adquisición de los requisitos del Ministerio de Sanidad por parte de los residentes.
Los tutores no recibimos ninguna remuneración extra por esta tarea, sino que la hacemos por vocación, en el afán de querer transmitir ciertos conocimientos sacrificando parte de nuestro tiempo tiempo. Admito que la presión que se soporta en Urgencias es grande y que representa uno de los puntos clave a mejorar.
A la pregunta sobre la situación de desempeño de los residentes como «obra de mano barata», confirmo que sí que es mas barata, pero también está menos cualificada que el médico adjunto que, al fin y al cabo, asume la responsabilidad. Otros profesionales pagan por recibir una formación o simplemente no tienen ninguna remuneración.