Esta semana han publicado un artículo en Buenavida, de El País, en el que se aborda el consumo de alcohol y la salud. En él se me consulta por el alcohol y su efecto desde el punto de vista del cardiólogo.
Por su contenido en flavonoides y otros antioxidantes, y por su capacidad de reducir la formación de coágulos, protege al corazón y a los vasos sanguíneos de los efectos dañinos de los radicales libres de oxígeno producidos en nuestro cuerpo. Esto puede estar asociado con una menor mortalidad por enfermedades cardíacas. ¿Entonces podemos tomarnos la copita diaria o la caña en el aperitivo de media mañana como una recomendación facultativa?
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