El objetivo de la prevención en el contexto de la enfermedad cardiovascular (CV) es modificar de modo beneficioso el desarrollo de diversos procesos patológicos, y poder hacerlo desde la primera infancia, cuando estos aún son reversibles.
Ante la pregunta «¿Los factores de riesgo en la infancia y la adolescencia aumentan el riesgo de sufrir la enfermedad cardiovascular en la edad adulta?», la respuesta sigue siendo un tema de gran interés y con importantes implicaciones clínicas.
Recientemente se ha publicado un estudio de cohortes prospectivo que puede considerarse único en el abordaje de esta temática. Se evaluó la asociación de los cinco factores de riesgo infantiles más estudiados con el desarrollo de eventos cardiovasculares (ECV) en la edad adulta tras un seguimiento de 35 años de media. Los cinco factores evaluados fueron: