Consumo responsable de sal y salud cardiovascular
Tratando de resumir los principales efectos nocivos del consumo excesivo de sal, podemos sintetizar cinco puntos esenciales:
1. Favorece la aparición de insuficiencia cardiaca e infartos. El exceso en sodio tiene efectos adversos sobre el músculo cardíaco o “miocardio”, lo que empeora el funcionamiento del corazón, favoreciendo enfermedades como los infartos o la insuficiencia cardiaca cuando el corazón es incapaz de bombear la sangre necesaria para el cuerpo.
2. Dificulta la función de los riñones. El funcionamiento adecuado del riñón es básico para la salud, pues lleva a cabo una labor de filtrado y depuración de la sangre. Esta función se ve perjudicada por el aumento de sal, además es un importante factor que predispone la formación de cálculos renales.
3. Retención de líquidos. Siempre se manifiesta como una inflamación de los tejidos blandos (hinchazón de piernas y abdomen). La retención de líquidos se produce cuando existe un desequilibrio entre los elementos que regulan el paso de este. Un factor que puede ocasionarlo es la ingesta de sal en exceso.
4. Enfermedades gástricas. Expertos de la Helicobacter Pylori de Norteamérica han descubierto que un consumo excesivo de sal también se encuentra relacionado con algunos trastornos gástricos; por ejemplo, la estimulación en la acción de la bacteria Helicobacter Pylori.
5. Ictus o accidente cerebrovascular. Tanto por hemorragias cerebrales como por embolias se provoca aproximadamente un tercio de los fallecimientos por enfermedades circulatorias, y un alto porcentaje de las personas que sobreviven a un ictus sufre secuelas físicas y neurológicas graves para el resto de su vida.